Queridos amigos, he pasado unos días alejado de este miblog por causas ajenas a mi voluntad, no así ajenas a mi culpa.
Mesplicopaquenosentendamos:
Servidor cuando se cabrea no grita, no pega, no llora, no da portazos, no llama a los amigos que madrugan a las tres de la mañana para contarles sus penas. No, a servidor se le descuadra la cara y acumula ira durante unas horas hasta que finalmente es liberada en forma de Pulso electromágnetico que frie los aparatos electrónicos que tenga cerca. Resultado de mi último cabreo: Pórtatil en el servicio técnico, router funciona a intervalos de 3-4 minutos, disco copia de seguridad de time machine con la fuente de alimentación frita, el móvil de mi marido no detecta la Sim y se queda colgado, pc sobremesa con format c: para recuperarlo, la tarjeta de fichar en el trabajo borrada, PC del trabajo no se reconoce los usb y en lugar del dual core que lleva dice que tiene un pentium III, el funeral por el SAI del trabajo sera mañana en la deixallería de Les Corts...
Un viaje a la edad del hierro (un siete es ideal para abrir cráneos)
Todo en una sola semana, así que he esperado a que los ansiolíticos hicieran su efecto para escribir estas líneas desde el ordenador de mi pareja (cuando no miraba) para lanzar la siguiente pregunta:
¿donde se echan los curriculums para arma de destrucción + IVA?
Mientras tanto me entretendré acariciando las sabias palabras de una amiga:
"Para limpiar las manchas de sangre de la alfombra deberemos emplear una solución a partes iguales de jabón neutro y agua oxigenada aplicando sin empapar sobre la mancha y dando suaves movimientos circulares a dextrogiro, finalmente aclarar con más agua oxigenada. Repetir la operación tantas veces como las puñaladas asestadas lo requieran"